Otto Fernández
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Otto Fernández nació en 1934, en Regla, en la La Habana.
Inició estudios de Derecho Civil en la Universidad de La Habana, interrumpidos al cerrar sus aulas este centro de estudios en medio de la lucha contra la tiranía de Batista. Colaboró en la lucha antibatistiana. Después del triunfo de la Revolución desempeñó diferentes tareas y responsabilidades: funcionario del Ministerio de Hacienda, jefe de análisis de ingreso de La Habana, y, luego, Secretario del Poder Local de La Habana Vieja. En 1969 fue designado Director de Publicaciones y de la Revista Unión, revista de la Unión de Escritores y Artistas de Cuba.
En el Concurso para escritores inéditos del semanario de Mella obtuvo el primer premio, iniciando así la publicación de poemas en revistas y compilaciones cubanas y extranjeras. En 1964 publicó su libro de poemas Los días repartidos, luego los siguientes poemarios: De otro árbol (1979), Sin querer (1984), y en Guadalajara, México, Ruedo al agua oscura (1993). Sus versos han sido traducidos al polaco, ruso, búlgaro, ucrainano, bieloruso, kasajo, checo, eslovaco, sueco, francés, húngaro. En 1973 recibió del Consejo de Estado Búlgaro la condecoración Cirilo y Metodio. También recibió otras condecoraciones internacionales y distinciones nacionales.
Cultivó el dibujo, habiendo expuesto en muestras personales y colectivas, en La Habana, y ha publicado ilustraciones en revistas nacionales y extranjeras.
A pesar de su gran actividad, Elíseo Diego escribe en el prólogo De otro árbol: “…una decidida voluntad de servicio a su país le ha dificultado la realización sistemática de una obra que no vacilaríamos en situar entre las de mayor significación de la joven poesía cubana.”
Desde 1984 ya existe esta obra, aunque el poeta solamente ha publicado dos libros nuevos.
Para esta edición bilingüe también hemos podido utilizar sus manuscritos inéditos.
La crítica nacional lo sitúa en la llamada Generación de 50, la primera generación poética de la Revolución Cubana. Los críticos señalan que la influencia más clara entre los poetas de esta generación es la de César Vallejo.
En caso de Otto Fernández debemos mencionar otro nombre, el de Federico García Lorca. No se trata de una influencia directa y superficial. Hay un hondo parentesco entre el poeta andaluz y el poeta cubano. Como si Federico García Lorca resucitara en un otro ser nacido en Regla.